La exfoliación corporal es la manera más sencilla y eficaz de dar nueva vida a la piel, especialmente cuando presenta un aspecto cansado, apagado y seco.
La exfoliación se lleva a cabo con sales minerales, con partículas micronizadas de cascaras o semillas varias, es una técnica segura y agradable.
Entre sus beneficios se encuentra el mejora al momento la textura de la piel, la deja suave y aterciopelada, aporta luminosidad a las pieles apagadas al estimular la microcirculación y oxigenación a la superficie cutánea. También ayuda a eliminar las áreas rugosas de codos, talones, manos y pies. Previene la obstrucción de los poros y evita la aparición de puntos negros y granitos. Y como plus a todo esto permite que las cremas y lociones hidratantes penetren bien en la piel y lleguen a capas más profundas de modo que se intensifican sus efectos.